miércoles, 17 de septiembre de 2014

LA DIVINIZACIÓN DEL PRINCIPIO DE INDIVIDUACION, EL INDIVIDUO INMERSO EN LA CONTEPLACION

CRISTIAN PEREZ P.


Niezstche plantea en su postulado del 4 capitulo del origen de la tragedia la referencia a la apariencia, como un mundo en el que pueden haber varias apariencias, "un nuevo mundo aparencial" casi visionario.

Desde ahí describe la divinización del principio de individuacion en el cual también toca el concepto de lo sublime, desde la inmersión en la contemplación en la cual se referencia sentado tranquilamente en medio del mar en su barca oscilante.


Este aparte relacionado con lo sublime me recuerda inmediatamente los románticos con sus postulados a cerca de la admiración de la naturaleza, su grandeza y su poder al mismo tiempo tan horrorificante, algo que de algún modo nos podría remitir a la visión apolínea del mundo, del sueño y la contemplación.



Viajero frente al mar de niebla(1818), de Caspar David Friedrich.

lunes, 1 de septiembre de 2014

ANÁLISIS DE LA OBRA DEL JARDÍN DE LAS DELICIAS

CRISTIAN PEREZ P.

Esta obra nos impresiona de entrada ya que encontramos una imagen saturada, dividida en un tríptico y cuando empezamos a observarla nos damos cuenta que hay un sin numero de personajes, incontables, tanto humanos como animales y extraños objetos, a mi me remite como a algo muy surrealista y demasiado simbólico por las escenas en las que se desarrolla la obra.
Se logra percibir un tríptico en el que inicialmente se deduce el tema bíblico, ademas se encuentra en la primera parte las representaciones de adán y eva cerca al "creador", siendo el bosco un creador de este maravilloso mundo en tres tablas.


Esta obra es dentro del mundo artista un adelanto a los formatos que para la época se utilizaban, ya que en si la fecha exacta de la obra no se es conocida, se estima que alrededor del 1500 fue pintada. Lo interesante de la pintura es que se realiza en unos rebalso y posee imagen en su interior y su exterior, permitiendo ver dos imágenes al abrirse o al cerrarse.
Esta obra nos remite tanto a lo religioso desde la creación del mundo evidenciado en los retablos cerrados, como la imagen del paraíso, el gozo desfrenado de la humanidad y el fin de los tiempos evidenciado en el infierno en los tres retablos abiertos.


Desde la interpretación que se logra obtener de los apartados del origen de la tragedia de Nietzshe, podemos referencia al Bosco y en especia esta obra "el jardín de las delicias", cuando entendemos lo dionisiaco y lo apolineo en una ruta que surge desde lo onírico para llevarnos a la dualidad de estas dos actitudes contradictorias que se complementan de algún modo, pasando por el principio de individuación que se pierde en la fiesta, así como se pierde esta individualidad en la locura que se muestra en la parte central de la obra del bosco, que podría partir desde algo mas individual y apolineo en la primera parte del tríptico, en la creación.

EL BOSCO

(Hieronymus Bosch; Hertogenbosch, actual Países Bajos, h. 1450-id., 1516) Pintor holandés. Debe su nombre a su ciudad natal, en la que al parecer permaneció durante toda su vida. Fue hijo y nieto de pintores, por lo que su educación tuvo lugar probablemente en el taller familiar, y realizó un matrimonio ventajoso, que le permitió vivir desahogadamente, entregado a su vocación por la pintura, que le reportaría un gran éxito. No muchos años después de su muerte, personalidades como el rey Felipe II fueron coleccionistas fervorosos de sus obras, que se hallan repartidas por todo el mundo y de las que existe una excelente muestra en el Museo del Prado.

Aunque se desconoce la cronología de su producción artística, se cree que pertenecen a la primera época sus obras más convencionales, como El charlatán o La crucifixión. En el centro de su carrera se sitúan sus realizaciones más famosas, una serie de creaciones abarrotadas de figuras, completamente al margen de la iconografía de la época, ambientadas en paisajes imaginarios y repletas de elementos fantásticos y monstruosos, tales como demonios o figuras medio humanas y medio animales, que conviven con figuras diáfanas y paisajes tranquilos y encantadores.
n esta línea se sitúan los trípticos de Las tentaciones de san AntonioEl carro del heno y El jardín de las delicias, en los que más allá de la fantasía turbulenta y de la dificultosa interpretación de la simbología, triunfan una técnica excelente, fluida y pictórica, y un color brillante, en los que reside buena parte de su belleza.
Después de estas obras magistrales, en las que algunos intérpretes ven la representación de la locura humana, realizó cuadros más tranquilos y positivos (El hijo pródigo), para cerrar su carrera con una serie de obras sobre la Pasión de Cristo, en las cuales la figura bondadosa del Salvador aparece rodeada de una muchedumbre de seres deformes y de rostros bestiales.