CRISTIAN PEREZ P.
-El Nacimiento de la Filosofía, Giorgio Colli-
El mito desde Colli es referenciado con una vital
importancia antecesora de la locura y mucho más remota que ella, así bien se
entiende el mito como aquello que desde la explicación de los dioses y la
creación atribuida a ellos está cargada de simbolismo, que aún hoy en día se ve
reflejado en nuestras culturas que son más nuevas a comparación de aquellas de
donde surgen los mitos clásicos, como Grecia y creta, que se convertirían en la
base fundamental para lo que es hoy nuestra sociedad totalmente occidentalizada.
Desde el mito griego se ve algo muy interesante que en
nuestra mitología cristiana no y es esa confrontación que tiene constantemente
el hombre con el Dios, así mismo como es planteada esa relación afectiva,
amorosa y sexual, llevada desde lo profano hasta lo divino. El laberinto es un
claro ejemplo de esta relación que se crea desde un capricho divino, por
dionisios en el que manda a un hombre a crear el laberinto para que finalmente
sea el espacio en el cual el mismo hombre pueda sentir el reto de llegar al
nivel del Dios y enfrentarlo. También desde la divinización de una humana como
Ariadna que péndula entre ese mundo divino y ese mundo humano. Todo esto
cargado de simbolismo, dispuesto desde esos sentimientos y sensaciones tan
humanas ahí desplegadas en los dioses.
El hilo de Ariadna, el hilo del logos, el que salva a al
hombre y es llevado en ese mortal juego del laberinto, juego que tiene todas
las interpretaciones que uno quiere y que desde lo dionisiaco enfrentado a lo
apolíneo, es ligado a su vez cuando desde el enigma de apolo, es llevado el
hombre a las redes de la curiosidad y enviciado por apolo, desafío que solo es
superado por el sabio y el héroe, aquel que logra salir del laberinto ya sea
desde el intelecto, la palabra o el signo planteado por lo apolíneo o por la
inmediatez y el azar de lo dionisiaco.
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